Locutor, periodista, abogado y guionista. Nació el 27 de octubre de 1918 en la Ciudad de México y murió en la misma ciudad el 28 de julio de 1975.
Emilio Azcárraga Vidaurreta lo bautizó con el seudónimo de El bachiller. Además de ese seudónimo, utilizó el de Octavio Blanco en la redacción de la revista Tiras de Colores. (Diccionario de Seudónimos, Anagramas, iniciales y otros alías. Por María del Carmen Ruiz Castañeda y Sergio Márquez Acevedo. UNAM / Instituto de Investigaciones Bibliográficas. 2000)
Estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a principios de la década de los treinta.
Trabajó como locutor en Radio Educación (1936) y más tarde pasó a la XEW, donde creó los programas El colegio del amor, El diario relámpago del aire y Reportero de guardia entre otros. También creó una de las series más populares, Ahí viene Martín Corona (1948) donde aparece el personaje El Piporro de Eulalio González. Esta serie fue protagonizada por Pedro Infante y fue todo un éxito. El público gustó mucho de las aventuras del afamado Martín Corona y de su escudero Piporro, viejo sesentón del norte de la República, a quien debía carecterizar —el por aquél entonces veinteañero— Eulalio González. También fue pionero de la televisión mexicana, en la cual condujo los programas Los catedráticos y Encuentro.
De 1964 a 1970 fue director del Departamento de Educación Audiovisual de la Secretaría de Educación Pública, desde donde promovió la alfabetización por radio y la telesecundaria. Estuvo al frente del Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa. Impartió la cátedra de Literatura en la UNAM . Fundó y dirigió la agencia de noticias Informex y la carrera de Ciencias y Técnicas de la Información en la Universidad Iberoamericana. Fue miembro distinguido de la Academia Nacional de Historia y Geografía, de la Asociación Nacional de Locutores, de la Asociación de Periodistas de Radio y TV y de la UNESCO.
Su participación más destacada en el cine fue como director de la película Mexicanos al grito de guerra (1943), sobre la que Emilio García Riera comentó: “El periodista y comentarista de radio, Gálvez y Fuentes en su única experiencia como director de cine tuvo buen cuidado de incluir en su cinta un personaje, el del Chicote, que representa el alma popular y que, como tal, mantiene incluso un diálogo con el Presidente Juárez... Pero el Bachiller Gálvez tiene el gusto de la documentación pintoresca, un apego mínimo a la verosimilitud (los extranjeros en virtud, hablan castellano con acento) y ganas de hacer buen uso del lenguaje cinematográfico”. (Cine en TV o nosotros somos las ninfas del bosque de la virtud, que brillaban en las tertulias con aroma de excelsitud. Por Emilio García Riera. La Cultura en México. Suplemento de Siempre! No. 329, 5 de junio, 1968. P. XV).